Título: Inminente sentir
Autora: Mily_Yun
Couple: ChunJae
Género: Lemon
-----
El número de habitación 287, la misma que cada vez presencia nuestros encuentros furtivos… más constantes al cabo diría yo.
Al principio solo eran los fines de semana, para no levantar sospechas que nos arruinaran la vida “decente” que aparentemente llevamos, pero ahora… ahora prácticamente lo hacemos a diario, como una rutina… como una forma de auto complacernos, solo sexo y nada más.
Descargarnos.
No hubo amor al comienzo… no lo habrá después.
No hubo reglas… solo una: “NO enamorarnos”, fácil de cumplir y también… fácil de romper.
Cada vez que terminamos de satisfacer nuestras necesidades… nos quedamos en silencio observando el techo.
Pesadumbre.
Ambos miramos nuestras manos y allí está… El anillo que nos pinta como esposos responsables y fieles… mas eso es solo apariencia, en nuestro interior sabemos muy bien la clase de basura que somos.
“Lo mejor es que… esto acabe aquí”- susurramos al mismo tiempo, siempre es así…
…Mas las palabras se las lleva el viento.
Al día siguiente olvidamos todo y allí vamos de nuevo, estamos revolcándonos en la misma habitación… en la misma cama.
Trato de contenerme, trato de cambiar mi pensar y decir ¡Basta!.
Trato de no pensar en ti, en cómo te va… si te acordarás de mí… si me… tal vez si me… quieres.
Trato de olvidarte, trato de no caer en tu juego de seducción, trato de resistirme pero… basta una llamada tuya, solo una para tirar mis pensamientos a la basura y caer de nuevo… como siempre en tus redes.
Esto se nos ha hecho ya una costumbre…una necesidad, es como si nuestros cuerpos se exigieran el uno al otro cual imán.
Aunque si bien nuestra relación es solo carnal… los sentimientos se filtran cada vez más en nuestra mordazmente llamada relación. Nuestros corazones no son de piedra, o por lo menos el mío no lo es. Cada vez se me hace más difícil, imposible, no gemir palabras dulces o cariñosas en el momento en que nos entregamos, y eso lo sé muy bien porque en una oportunidad cegado por la excitación y el regodeo del momento perdí los sentidos y un “Te amo” proclamaba por salir de mi boca… mas eso nunca sucedió porque me mordí a tiempo fuertemente el labio, a tal punto que sangró. Después de eso el concepto de raciocinio se volvió mi pan de cada día porque quien sabe que sucederá si llego a pronunciar esa frase prohibida entre nosotros dos… pero que esta floreciendo en mi interior, descaradamente.
No es que sea débil… es solo que… me gusta en demasía su presencia, sentirme entre sus brazos… su calor. No me importa si me utiliza solo para desfogarse yo… yo lo estoy empezando a amar y eso me duele… porque sé que yo no soy correspondido como quisiera. Daría lo que fuera por que me dijera que me ama yo…
No… pensar en eso solo me hace sentir despreciable. Aunque lo ame sé que lo nuestro nunca podrá ser porque en primer lugar él no me ama, después está el que seamos casados y luego… la sociedad. Mucha gente no ve con muy buenos ojos una relación homosexual. Por ello el pensar siquiera en una “relación” entre nosotros es más que absurdo.
¿Qué dirían nuestras esposas si supieran lo que hacemos cuando nos quedamos en el “trabajo” para efectuar “horas extras”?- pienso mientras bebo del vaso que está sobre la mesa de noche enfrente de mi.
Exactamente hoy es que decidí olvidarte para siempre, me juré no volver a verte nunca más pero… solo bastó una llamada tuya para citarme en el mismo sitio, ¿El motivo? Nuestro “aniversario” dijiste irónicamente.
Y aquí estoy de nuevo, sentado en el mismo sillón de siempre, bebiendo inconscientemente.
-7 meses…- pienso mientras tomó la botella entre mis manos y vierto sobre el vaso un poco de esa bebida tan deliciosa que es el vino-… ¡Ja!… 7 meses desde que entraste a mi vida y desde que… como se dice? Ah si! Somos amantes jajaja- reí sin sentido… luego la melancolía volvió a mí. Bebí del vaso y lo puse de nueva cuenta sobre la mesa de centro- Parece que ni esto te tomas en serio –musité a la vez que vi el reloj de pared- Dijiste a las 11 y ya es medianoche ¡Que tonto soy! –bramé mientras golpee la mesa y la botella de vino caía empapando el suelo de su mágico elixir- No debí venir… no debí hacerlo. Juré que esta era la última vez y eso… eso es lo que haré.
Lentamente me alcé del sillón y caminé hasta la puerta. Antes de abrirla volví la vista hasta el interior.
-Adiós para siempre…- musité a la vez que intentaba no llorar. Es doloroso decir adiós a alguien que quieres… pero esto es lo correcto- Es lo correcto - pronuncié resignado.
Miré de nuevo la puerta y al momento en el que giré la perilla logrando entreabrir la puerta un bulto enorme se abalanzó a mí.
-Qui-quién e…- me detuve de hablar… ese olor lo reconocería en donde fuése.
Eres tú.
Sin embargo había una notable diferencia… ¿estás ebrio? Apenas y te puedes mantener en pie.
-Yoochun- musité intentando apartarlo de mí.
-J-Jae… yo…- balbuceas mientras lloras sobre mi hombro.
-Chunie que sucedió- susurré a la vez que cerraba la puerta como pude y lo llevé hacia el sofá. Lo recosté sobre el.
-Jae… Jae ella… - tratas de decir balbuceando- Ella me… engañó jajaja –de la nada empezó a reír como desquiciado para segundos después sollozar- ¡Tiene un amante! Ella… e…- no pudo seguir hablando porque los estragos de lo que había bebido hicieron un muy mal efecto en su organismo. Le provocaron nauseas.
-Espera…- rápidamente fui a traer una cubeta. Enderecé su cuerpo y cogió la cubeta entre sus manos y… de nuevo…
-Por qué bebiste de esa manera, no ves que te hace daño- acaricié su dorso y esperé a que se calmara.
Luego de unos cuantos minutos dejó de vomitar.
-Lo siento- fue lo primero que murmuró mientras se limpiaba los labios con la toalla que minutos antes le había traído
-Descuida… ¿Te sientes mejor?
-Un poco pero… me duele la cabeza
-Te traeré agua y un analgésico…- me levante del sofá-…Ya vuelvo
-Espera…- me cogió de la mano.
-Hn?
-Jaejoong… yo…- mis ojos se abrieron como platos al ver como de repente se desplomaba inconsciente.
-¡Yoochun…! - exclame cogiéndole la nuca-… ¡Despierta!
-*-*_*-*_*-*_*-*_*-*_*-*_*-*_* -
Las cosas no eran como aparentaban ser, nada fue premeditado, era solo una cosa del momento y ya pero luego… eso se convirtió en algo más. Han pasado meses desde que engaño a mi esposa… desde que le soy infiel y no precisamente con una mujer… lo peor es que es con un hombre. Pero este hombre es distinto, es lo mejor que me ha pasado en la vida desde que me arreglaron la boda.
…Jaejoong…
Aún puedo recordar el día en el que nos conocimos, casualmente tu eres el cónyuge de la prima de la que es mi esposa. Un día viniste a nuestra casa junto con tu mujer a pedido de la mía para cenar… desde el momento en el que mis ojos vieron los tuyos supe al instante que eras alguien especial.
El transcurso de la cena fue interesante, nuestras respectivas mujeres conversaban de temas triviales, y yo… yo no paraba de mirarte y a veces, aunque disimuladamente, me devolvías la misma mirada.
Deseo.
El momento del postre llegó, tú te ofreciste “amablemente” a traer los helados que teníamos en la nevera y yo ni corto ni perezoso me ofrecí a “ayudarte”, claro esta no siendo obvio. Nos retiramos de la mesa y apenas entramos a la cocina te aprisioné contra la pared y… te besé con afán… lo sorprendente fue que tú me correspondiste de la misma forma…
-Es-espera- musitaste sobre mis labios aún
-…Qué
-Aquí no… nos pueden ver
-Ven- susurre a la vez que le cogí la mano y lo guié hasta el baño. Ahí fue nuestra primera vez, que par de sinvergüenzas resultamos ser eh? Desde aquel momento en adelante volvimos nuestros encuentros en rutinas diarias. Tal vez yo lo necesitaba, tal vez tú lo necesitabas… tal vez era solo un desfogue de nuestros problemas.
Pero de lo que si estoy consciente es de que esta situación tiene que parar, es que yo ya me volvía adicto a tu cuerpo, no logro estar tranquilo hasta poder escuchar tu voz… de sentir tus caricias… tus gemidos retumbando mi entorno, no puedo, por ese motivo me tengo que alejar de tu presencia. Estás haciendo crecer sentimientos dentro de mí que pensé no tener. Me haz hecho sentir lo que ninguna mujer, incluyendo a la que es mi esposa, me ha hecho sentir en todo este tiempo y me da miedo… me da miedo llegar a enamorarme de ti.
Por ello es que decidí que hoy, el día en el que nos conocimos por primera vez sea la última también en nuestras vidas. Es mejor así, es mejor ahora que no hay sentimientos de por medio… pero un momento qué es lo que digo… yo… yo ya lo estoy empezando a querer más de lo que pensé.
-No importa… acabemos con esto- susurró a la vez que, aprovechando la hora del almuerzo, saco del bolsillo de mi pantalón mi celular y marco su número… ese que está grabado en mi memoria como lo está su cuerpo.
Una timbrada… dos… tres…
-¿Diga?
Esa voz… esa su dulce voz…
-Te veo en el lugar de siempre a las 11:00p.m –dije fríamente.
Cuánto me gustaría preguntarle cómo le va, o qué es lo que esta haciendo en el trabajo pero… eso demostraría mi debilidad… no quiero que piense que soy así, por eso aparento.
-¿Motivo?- me preguntó igual de frío.
-Pues si no te acuerdas es nuestro aniversario- refuté sarcásticamente.
-Está bien… ¿algo más?- respondió algo cortante
-No…- salvo que te extraño.
-Pues bien ahí te veo.
Y diciendo eso colgó abruptamente. Su actitud me descolocó un poco debo admitirlo, su voz no era la misma.
Durante el resto de la tarde me quedé pensando en mi situación, no era posible que le haga esto a mi esposa, ella que es una mujer buena y comprensible… no merece que le sea infiel.
No.
Sé que lo llamé para quedar en vernos pero… Ya no puedo más con este remordimiento que siento, no puedo más… necesito acabar con todo esto, en verdad me duele ser un cínico y más con la mujer que según yo, me ama.
Así pues esperando el termino de mi jornada en la oficina y decidido a decirle toda la verdad a mi esposa me fui del trabajo a casa, cosa que en un principio no tenía planeado porque al termino tenía que ir al hotel con Jaejoong pero… eso era cosa del pasado ya, tenía que ir con mi esposa, tenía que estar con ella como al principio… no la amaba pero tampoco se merecía esto de parte mía.
Llegué en poco tiempo.
Al abrir la puerta de nuestra casa sentí el ambiente tranquilo… mas unos gritos provenientes de la habitación que compartía con ella se dejaron escuchar, rápidamente me apresuré en llegar hasta ahí… grave error… la muy desgraciada estaba revolcándose con un tipo en MI cama.
Rabia.
La ira me cegó y sin pensarlo dos veces agarre a golpes al individuo, no me importaron los gritos de ella… solo quería… Lo dejé, creo que le había roto la nariz porque sangraba mucho. Ella me gritó, vaya descaro de su parte, yo solo levanté mi mano y me quité el anillo… ese que cada que lo veía me hacia sentir culpable. Nunca más. Se lo aventé a la cara y me fui de allí… solo quería olvidar todo… desaparecer…
De ahí en adelante todo es borroso, creí desvanecer, la cabeza me da vueltas y solo siento a unas manos acariciar mis cabellos.
La oscuridad ciega mi entorno… pero una voz conocida me hace volver en si.
Abro los ojos.
-Ya despertaste- musitó al que por ella dejé plantado. ¿Cómo es que estás aquí?
-E-en donde estoy- balbuceo tratando de levantarme.
-Espera…- detienes mi acción enseguida-…¿Quieres hacerme el favor de descansar? Que no quiero que te me vuelvas a desmayar
-Desmayar
-Si, acaso no recuerdas
Negué con la cabeza y bajé la mirada.
-Chunie… qué sucedió, tomaste demasiado
-Y tú como lo sabes
-Será porque viniste hasta aquí a punto de caerte, vomitaste en la sala y porque hueles a alcohol
-Lo siento
-Dime qué es lo que sucede
-No… no quiero hablar de eso
-Como quieras- emite a la vez que se levanta
-¿A donde vas?
-A limpiar tu desastre
-No tienes que hacerlo, solo llama a recepción
-Tienes razón… ni loco me atrevo a ir de nuevo a la sala
-¿Tan mal estuve?
-A qué te refieres
-Nada… ¿me traes un vaso con agua?
-Tsk- caminaste hasta la puerta y saliste.
…Silencio...
El pasar de los autos era el único sonido que se podía escuchar en el interior de esta habitación, la misma que guarda recuerdos y el secreto de nuestra enfermiza relación.
¿Cómo es que termine aquí? Solo recuerdo haber ido a un bar y… Nada más…- Intento hacer memoria pero la cabeza me duele a horrores; de nuevo me recuesto sobre la cama… esta en donde nos entregamos reiteradas veces.
Basta ya…
Cierro los ojos y apoyo mi antebrazo derecho sobre mi rostro, doy una ojeada a mi reloj… ¿Las 3 a.m.?
La puerta se abre y pasos se acercan a mí. Miro de reojo y él estaba parado a mi lado.
-Toma- pronuncia ofreciéndome el vaso con agua y una… ¿pastilla?
-¿Me quieres drogar?
-¡Qué!
-Para qué la pastilla
-Es un calmante
-Gracias…- me senté, cogí el vaso con agua y me lo bebí.
-¡Yoochun!
-Gracias pero no necesito un calmante
-Engreído- bufó molesto
-Lo que sea- volví a recostarme- ¿Ya llamaste a recepción?
-Son las 3 a.m. por si no lo sabes hay gente que duerme- dijo recostándose a mi lado.
-Jaejoong- musité.
-Hn
-A qué hora es que llegué
-No lo sé… habrá sido como a medianoche- respondió mirando al techo.
-Hmm… ¿Y ya dormiste?
-No, tenía temor de que no despertaras
-…-
-¿Tú dormirás?- se puso de lado… viéndome.
-No lo sé- respondí sin mirarle
-…Hasta mañana…- dijo dándome la espalda. En sus palabras noté cierto enojo, estaba en su derecho pues estaba siendo muy frío con él… más que de costumbre, y no se lo merecía, no él que está a mi lado y sé que nunca me engañará.
-Jae…- susurré en su oído mientras lo abrazaba por detrás.
-Estoy cansado
-¿Cansado aún para mí?
-Yoochun…- giró su cuerpo… quedamos de frente
-Jae…- le acaricié el rostro, observe como cerró los ojos y ante eso no pude resistirme, me posicioné encima de él y lo besé… apaciblemente…
-Chunie ah~
-Jae…
Conforme lo besaba no podía detenerme, lo sentía bajo mi piel, sentía el latir de su corazón siguiendo el ritmo del mío… sincronizándose. Mientras nuestras lenguas jugaban y se deleitaban en nuestras cavidades, avivadamente sus manos empezaron a desvestirme y en pocos segundos ambos nos encontrábamos sin nada puesto en la parte superior.
Como adoro tu cuerpo… tan perfecto…
Besaba su cuello, jugaba con sus pezones y con el piercing que traía en uno de ellos mientras que con mis manos recorría todo su prolongado abdomen… hasta llegar a su pretina. Sus manos y las mías lentamente fueron sacando toda prenda que fuera molesta para nuestro cometido.
Quedamos desnudos en poco tiempo y en un abrir y cerrar de ojos yo me encontraba debajo de ti. Besabas mi cuello dejando pequeñas marcas en tu recorrido mientras acariciabas mi entrepierna…
Los gemidos inundaban la habitación…
Sabía muy bien mis puntos débiles… yo también los suyos… pero al parecer aún no conocía su osadía. Me tomó de sorpresa cuando sentí algo húmedo allí abajo. Levante mi cabeza solo un poco y lo que vi casi hizo que me viniera en cuestión de segundos…¿¡¡estás haciéndome sexo oral!? Jamás lo habías hecho… ¿Por qué ahora? No, eso no importa en este momento, lo estoy disfrutando… estoy tocando el mismísimo cielo. Mi espalda se arquea automáticamente cada que succionas con fuerza mi erección y eso hace que pierda el control, se nublen mis sentidos y… quiera, pida por más.
-Hmm… Jae… sigue- prácticamente no soy yo el que está en sus cabales ahora, nublado por la excitación que siento en este momento trato de contenerme lo más que puedo… mas eso no impidió que con una mano lo cogiera de los cabellos y le guiara el ritmo que debía seguir.
Rápido, despacio… adentro, afuera…
-J-Jae… ya…me voy a venir- gemí ronco… mas no me hizo caso. A los pocos minutos sentí un hormigueo en mi parte baja. Me vine… en su boca.
-¿Chunie… que tal lo… hice?- dijo acercándose a mi altura.
-Genial… estupendo…- suspiré agitado--…Ahora… déjamelo a mí- dije a la vez que lo puse debajo mío y lo besé con lujuria- … Jae…- Lo besé por última vez y me posicioné entre sus piernas.
-Hazlo Chunie ah~- susurró tomando tres de mis dedos y llevándolos a su boca empezó a lubricarlos con su propia saliva… la escena más erótica que presencie en mi corta vida.
¿Qué es lo que había sucedido? Jaejoong nunca se comportó de esta forma... a no ser que…Pero basta de intentar razonar, ya otro día habrá para pensarlo.
Una vez que terminó de lubricarlos bien, lentamente dirigí mis dedos a su entrada; sé que lo hacemos seguido pero lo último que quiero es lastimarlo.
-Hmm- gemiste, a mi opinión de placer- Chunie… hazlo de una vez- gemiste de nuevo moviendo las caderas. Estas listo. Saqué mis dedos e inmediatamente los reemplacé por mi propio sexo.
Emitimos al unísono un gemido sonoro.
Una vez que estuve en su interior su estrecha y acogedora cavidad se contrajo, casi al instante tus piernas se enrollaron a mí y empezaron los movimientos… primero lentos, luego rápidos y ondulantes. Tu cuerpo junto al mío, unidos como tantas veces… mas en este instante hay algo diferente que no sé descifrar.
-Jae… Hmm- El sudor empapa nuestros torsos, sigo con las embestidas… primero fuerte, luego despacio.
-Ahh Chunie ah… más… más duro- gemías mientras enterrabas tus uñas en mi espalda, de seguro eso dejará marca pero eso ya no importa, ya no hay nadie a quien las deba ocultar.
Busqué tus labios y los besé con desesperación, nuestros gemidos se ahogaban entre sí cada que embestía fuerte tu interior.
Luego de minutos estando así ya sentía al orgasmo venir, entonces es cuando cogí tu miembro y empecé a masturbarlo… gemiste más fuerte. Unas cuantas estocadas y me vine en tu interior, mas no dejé de masturbarte, aún estando dentro de ti masajeaba tu sexo y… al poco tiempo te viniste en mi mano.
Con cuidado, salí de tu interior y al instante caí rendido sobre tu pecho.
-Chunie… yo…-
-Te quiero- musité cogiendo su mano.
-¿Qué?
-Jae… ya no quiero sentirme culpable por algo que disfruto
-Sigues borracho verdad
-No…- levanté mi cabeza y fui en busca de sus ojos-…¿Tú me quieres?
Solo se me quedó viendo… al parecer no sentía lo mismo que yo.
-Entiendo- aparte mi mirada mas su mano lo evitó, me miraste fijo a los ojos
-Dijimos que no habrían sentimientos de por medio, ¡lo olvidaste acaso!- bramó sujetándome fuerte la mandíbula. Yo solo atine a desviar la mirada-… ¡Mírame!- ordenó increpándome.
Hice lo que pidió, lo miré fijamente… En sus ojos podía distinguir cierta confusión mezclada con… ¿rabia?
-Jae…Sé lo que dije pero…-
-No digas que me amas… ¡eso es ilógico!- exclamó retirando sus manos que aún tenía sobre mi mandíbula y se alejó.
-Al principio no sentía nada por ti pero luego…-
-Yo… amo a mi esposa- dijo de repente mientras se sentaba al borde de la cama dándome la espalda.
-¡Vaya si eres hipócrita!- bramé- ¡Cómo dices amarla si acabas de revolcarte conmigo!
-Yo… solo te uso.
…Solo te uso…
Ese eco se repitió innumerables veces en mi cabeza. Mi mente se inundó en una temporal oscuridad. Cuando reaccioné estabas de pie vistiéndote… aún de espaldas a mí…
-¿Qué…has dicho…?
-…-
-¿¡Tú qué has dicho!?- bramé.
-¿No hay sentimientos de por medio recuerdas? Yo no siento nada por ti.
-Pero…-
-Que alguien te engañe debe ser doloroso… pero yo no pienso ser reemplazo de tu esposa.
-Jaejoong yo no quiero que seas eso
-¡Cállate! ¡Basta Yoo…chun!- bramó entrecortado mientras volteaba a verme. Sus ojos estaban rojos- ¡Basta ya! No quiero volver a verte. Esto acaba aquí, ¿lo entiendes? ¡Acaba aquí!- vociferó a la vez que se dirigía a la puerta.
-No te vayas…Jae- de un fuerte tirón cerró la puerta.
Sentí a mi mundo desvanecer, no puedo permitir que el ser que quiero se vaya así sin más.
…No…
Rápidamente me levante de la cama, recogí mis bóxers, mi pantalón del suelo y me vestí como pude.
Corrí hasta la puerta y recorrí cada habitación del departamento.
…No estabas…
La desesperación nubló mis sentidos.
¿…Y si en verdad… te habías marchado?
No.
Corrí hasta la sala y sobre el sillón adyacente a mí pude ver a su saco extendido, eso demostraba que aún estabas aquí… Pero en dónde…
-Ya revisé todo… solo falta un lugar- susurré para mi mismo.
A prisa me situé enfrente de mi última esperanza, traté de girar la perilla pero esta no cedía.
Tome aliento y di unos sumisos golpes a la puerta del baño.
…Silencio…
-*-*_*-*_*-*_*-*_*-*_*-*_*-*_* -
La incertidumbre nubló mis sentidos y dije cosas sin pensarlas... cosas que me dolieron.
…Yo también te quiero…
Eso es lo que le quería decir, aferrarme a él y suspirar tranquilo al fin porque mis sentimientos eran correspondidos a plenitud, pero… hubo algo en mí que no permitió que demostrara que le pertenecía… No…
Es ilógico.
Por qué ahora… ¿por qué ahora se atreve a decirme eso? No lo entiendo.
En sus palabras sentí sinceridad pero… Sé que lo dijo por despecho, fueron solo palabras del momento… simples palabras. Me rehúso a aceptarlo, yo conozco a Yoochun, él puede ser un excelente amante pero su fama de conquistador no se lo quita nadie.
Me pregunto… Si engañó a su esposa conmigo… ¿Qué es lo que será de nosotros, o mejor dicho, de mí que no soy mas que simplemente su muñeco de trapo que utiliza cuando se le da gana? Nunca cambiará… y yo nunca dejaré de amarlo… Por qué… Por qué…
Mi corazón duele cuando recuerdo lo que dijo… Te quiero… y me duele aún más por todo lo que dije y me siento tan miserable por quererlo, ¡por sentir esto por él! Por… haberme enamorado de él…
Todo fue tan rápido, en un instante estábamos teniendo sexo como siempre y al otro estábamos discutiendo de… ¿sus sentimientos? Dijo eso y yo… le conteste con palabras crueles y mentiras… Te uso… Fue lo único que se me ocurrió decir en ese momento, siendo la más grande de mis mentiras.
Es que estaba confundido, pero qué digo, aún lo estoy. En ese instante las lágrimas amenazaban por brotar de mis ojos, pero me contuve, y solo me fui… tenía que irme.
Confusión… frenesí… se mezclaron en mi interior. Lo único que quería era irme de ese lugar y jurar no volver nunca… pero… cuando estuve en la puerta de salida vino a mi mente como un flechazo aquel recuerdo…
<---Flash Back--->
-¿Diga?
-Habla Jaejoong
-¿Sucedió algo? ¿Vienes para acá?- dijo la mujer ciertamente nerviosa.
-No… solo que te llamaba para avisarte que hoy no voy a llegar a casa. Tengo demasiado por hacer aquí en la oficina.
-Está bien. Dejaremos la cena para otra ocasión.
-Lo siento en verdad. Prometo que te compensaré.
-Descuida. Me iré a casa de Umma, así no me sentiré sola.
-Perdóname.
<---End Flash Back--->
En un intento desesperado introduzco mis manos en el interior de mis bolsillos en busca de mis llaves… Vaya sorpresa… No están.
-Y ahora qué- pienso nervioso- No puedo ir a ningún lugar… Rayos.
Rápidamente me alejo de la puerta y me encamino por el pasillo.
En el centro de la media oscuridad, llego hasta la pieza de un cuarto y me encierro despacio en el.
-Cualquier lugar es mejor que esa habitación- pienso mientras me dejo caer al ras de la puerta y abrazo mis rodillas mientras oculto mi rostro entre ellas… empezando a sollozar en silencio. Tenía que descargarme, tengo que llorar y librarme de este dolor punzante que siento en el pecho.
El silencio se hizo predominante en todo el lugar, se podía escuchar mi respiración y por supuesto mis sollozos.
-¡Basta ya!- me grité a mi mismo interiormente. Luego de eso unos pasos errantes se escucharon fuera. Al instante levante mi rostro y paré con mis sollozos. Los pasos iban y venían desesperados… hasta que se detuvieron justo afuera de donde me encuentro y tratando de abrir la puerta… falló en el intento pues puse el cerrojo.
-Yoochun- susurré inaudiblemente mientras escuche débiles golpes en la puerta.
-Ja…- hizo una pausa- ¿Jaejoong? –pronunció al fin tocando fuerte.
-¡Qué quieres lárgate!- bramé desde el interior. Cuando escuche su voz el dolor volvió a mí e inconscientemente las lágrimas brotaban de mis orbes.
-Jae… ábreme- susurró.
-VETE, que… ¿¡Qué es lo que quieres ah!? Déjame solo- exclamé sollozando.
-No me iré hasta que hablemos
-Yo… ¡yo no tengo nada que hablar contigo!
-Pero yo sí… Ábreme por favor- susurraba tristemente. Eso me partía el corazón.
-N-no… nada cambiará
-Por… favor- su voz se quebró.
-…-
No sabía qué hacer… mi cabeza estaba aturdida. La oscuridad en esta ocasión no me ayudaba en lo absoluto.
Me puse de pie y tomé valor.
-¿Jae?- pronunció notablemente angustiado y al instante abrí la puerta…- Jae qu…- interrumpí su hablar porque al instante sujeté sus manos y de un solo empujón lo azoté contra la pared. Me miró incrédulo ante tal rebeldía.
-Qué es lo que quieres- pronuncié muy serio
-Suéltame- trató de zafarse pero le contuve bien. A veces sin proponérmelo puedo sacar una fuerza sobrenatural de mi interior.
-Quédate quieto- le dije en un susurro
-Jaejoong…-
-Te soltaré si me dices que era una broma lo que me haz dicho antes en la recámara.
-Yo…- sonrió de lado y rápidamente las posiciones cambiaron, ahora era a mí quien tenían sujeto contra la pared. Aún sigue siendo más fuerte que yo.
-¡Suéltame!- bramé furioso
-Te amo Jaejoong- susurró en mi oído
-No…- emití casi inaudible- No puede ser… solo es un juego, sin sentimientos… solo, solo nos desfogamos.
-¿Eso es lo crees?
-Totalmente
-¿Acaso tú no sientes nada cuando estás conmigo?
-Yo…- bajé la mirada. Sus palabras dieron en el clavo, mas aún así proseguí hablando-… Yo… No sabes las innumerables veces que me contuve para evitar decirte lo mucho que te quiero.
-Jae…
-Me contuve tanto, me sentí miserable por siquiera sentir siquiera aprecio por ti… ¿y ahora, tú vienes y me dices como si nada que me quieres? ¿¡Así de fácil!? ¡Eh!
-Podrás…perdonarme acaso- susurró apoyando su rostro sobre mi hombro. Casi al instante sentí gotas sobre mi piel.
-Yoochun… ya es…- la voz casi se me quiebra por un instante, me mordí los labios e hice una pausa corta para luego seguir- Yoochun ya es… demasiado tarde.
-Pero…- refutó casi al momento buscando mis ojos-…Tú no la amas. ¡Fue un matrimonio arreglado al igual que el mío!
-¡Eso no significa que no la quiera!- bramé decidido pero… No. Eso era ¡Mentira! ¡Por qué digo mentiras y más mentiras! Lo único que quiero es que me abrace y nunca me suelte pero… decirle que lo quiero a la vez también es muy doloroso para mí.
-¿La quieres tanto que por eso estás conmigo?
-Como te dije antes… -no, no lo digas- Yo solo te uso como un escape de mi vida diaria- dije de lo más tranquilo. Pude ver como desvió su mirada resignado.
¿Acaso es tan difícil corresponderle aún cuando yo mismo muera por decirle sí?
-Entiendo Jaejoong…- musitó a la vez que me soltaba y con las manos se limpiaba sus ojos- …Lamento haberte dicho esto. Lamento… haberme portado como un idiota sabiendo que no…- se detuvo un momento-…Sabiendo que no me correspondes…- al instante me vio a los ojos. En ese momento quería abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo amo pero… hay algo en mi interior que no me deja… no me deja…
-Descuida, estas cosas pasan- musite frívolamente. Pero yo no soy así
-Bien… yo-
-Lo mejor…- interrumpí su hablar-…Lo mejor que podemos hacer es dejar las cosas como están. No me llames, olvídate de que existo y de que alguna vez me viste. No quiero alimentar tus frívolos sentimientos con nuestros encuentros furtivos.
-Estás siendo muy cruel
-¿Cruel dices? Qué acaso quieres que te corresponda por lastima- pronuncié irónicamente. Se quedó en silencio viendo al suelo. Sé que mis palabras duelen… porque yo lo siento también- Bueno…-
-Si así lo quieres….- interrumpió de la nada-… Está bien, no te obligaré a nada. Aquí acabo todo esto. Lo único que quiero que sepas es que… -su voz de nueva cuenta se quebró pero aún así prosiguió hablando mientras me miraba fijo a los ojos-…Quiero que sepas que… desde la primera vez que te vi yo… me enamoré de ti. Cada vez que estábamos juntos lo disfrutaba a plenitud, cada vez que… nos entregábamos no era solo sexo, no, yo te hacía el amor Jaejoong.
Al término de sus palabras bajó la mirada y unas diminutas lágrimas rodaron por sus mejillas. Instantáneamente mis manos intentaron despejarlas pero me contuve a tiempo… mordí mi labio inferior porque yo ya me estaba desmoronando viendo su estado.
-Éramos… éramos solo amantes Yoochun- musité viendo al techo.
-Pero aún así… aún así estoy enamorado de ti.
-Basta- gruñí apretando mis puños aún mirando al techo- Basta Yoochun. ¡¡Solo lo dices porque viste a tu mujer con otro hombre!!- bramé fijando mi mirada en la de él.
-¡No! ¡Eso no es cierto! –Golpeó la pared con su mano hecha puño muy cerca de mi rostro- No es cierto… yo ya sentía eso mucho antes, lo intenté reprimir pero… ya no puedo más. Cuando estaba con ella yo solo… solo pensaba en ti- musitó poniendo su mano sobre mi mejilla.
Todo lo que dijo… al igual que él yo también lo siento. Cuando estaba lejos anhelaba que me detuviera en sus brazos, que me hiciera suyo una y otra vez…
-Jaejoong- susurró intentando acercase más a mí.
Giré mi cabeza hacia un lado, mirando a la puerta. Si dejaba que me besara… sería el fin.
-De acuerdo…- suspiró a la vez que tomaba mi mano- Jae… Siempre te amaré…- susurró dando un beso casto sobre ella.
En ese instante solo apreté mis ojos lo más que pude y mordí mi labio inferior. Al tiempo, sentí como pasaba por mí delante y caminaba en dirección a la entrada.
Después de segundos escuche la puerta abrirse y cuando abrí los ojos…
Él ya se había ido…
Un dolor dominante invadió todo mi ser, me dejé caer y apoyado contra la pared lloré…
lloré como si la vida se me fuera en ello. Era como si me hubiesen arrancado una parte de mi ser y quería gritar su nombre, quería que escuchara cómo sufría por él… cómo sufría por este su endeble sentimiento.
No sé cuántas veces golpee la pared, no sé cuántas veces grité su nombre porque me había quedado solo… solo aquí en este mundo tan vacío y sin emociones.
Tenía miedo, miedo de no poder olvidarlo y cometer una locura… pero al fin de cuentas yo me busqué esto, mi maldito orgullo y yo contribuimos en esto… mi maldito orgullo el cual no permitió que le correspondiese como anhelaba.
¿Por qué?… Simplemente porque no se me quitaba esa idea de que solo me lo había dicho por despecho. Una persona no puede cambiar de sentimientos así como así… no puede… sin embargo en sus palabras sentí sinceridad. Pero mi orgullo no me dejaba sentir más allá.
Supongo que nunca sabré si en verdad me amó… solo lo único que sí sé es que el día de hoy una parte de mí murió con su partida.
Mis emociones nunca serán las mismas, mi corazón nunca será el mismo porque… él dejo en mi interior su vestigio más imborrable… y en parte con estos también sus más inminentes y frívolos sentimientos…
.Fin.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
TUS COMENTARIOS SON ALIMENTO PARA NOSOTROS. GRACIAS